Programa individual de nutrición

Qué encontré detrás de …
“necesito bajar de peso fácil y rápido”, “necesito una dieta”.

Un día, indagué en internet y me topé con que millones de personas necesitaban lo mismo que yo. Eso me llevó a reflexionar “el de las dietas es un mercado gigante”.

Durante años, de manera cíclica, escuché este pensamiento en mi cabeza: “necesito bajar de peso fácil y rápido”, “necesito una dieta, la dieta definitiva”.

Y, tras muchas frustraciones, también cíclicas, me pregunté “¿Qué busco yo en las dietas? ¡Pero si no encuentro más que yoyo de peso…!”. Definitivamente, “una dieta no es lo que necesito”, me dije.

Pasaron las semanas y me topé con otra pregunta: “Si no es una dieta, qué es lo que necesito”.

Tras darle muchas vueltas, me encontré con una respuesta inesperada.

«Quiero sentirme bien en mi cuerpo»

Y resulta que aún más personas buscaban eso mismo en internet.

Menuda cuestión, eso no tenía tan fácil solución… para eso no había “4 pasos…”, “3 claves…”, “10 pautas…” … y “en 15 días alcanzas tu objetivo”.

Seguí indagando en mis sentimientos y encontré varias cosas que necesitaba y, sin embargo, no tenían nada que ver con perder peso o cambiar mi cuerpo.

Observé, y no voy a negar, que con los años mis motivaciones para cambiar mi cuerpo habían pasado de ser estéticas a ser algo más serias. Desde “ser más atractiva” a “es por salud”.

Yo buscaba:

  • Verme y sentirme más atractiva.
  • Sentirme cómoda en mi cuerpo en situaciones sociales y en el trabajo.
  • Mostrar a los demás mi fuerza de voluntad.
  • Recibir el aplauso y admiración de los demás.
  • Sentir ese pico de autoestima al cumplir la dieta o llegar al peso meta.
  • Darme un descanso de mi autocritica por “falta de control”.
  • Tener algo en lo que centrarme y distraerme del tedio diario.
  • Evadirme de otras preocupaciones.
  • Sentirme más saludable.
  • Mejorar mi salud.
  • Poder ir al médico y que no me riña.

Trabajé duro y descubrí que mis pensamientos y emociones estaban relacionados con otros anhelos, más que con perder peso:

  • Sentirme aceptada y querida,
  • Sentirme suficiente y valorada,
  • Sentirme escuchada y validada …

… sentimientos que las dietas me habían dado solo efímeramente, pero no a largo plazo.

Digamos que “necesito una dieta” era la punta de un iceberg lleno de motivos ocultos, no tan evidentes.

La clave está en el deseo oculto tras “quiero adelgazar”

Si, como yo hice durante muchos años, has idealizado la delgadez, puedes creer que si fueras delgada

  • te sentirías más querida, válida y valorada
  • podrías abrazar tu sexualidad y satisfacer tu deseo de placer
    tu estado de ánimo sería más estable
  • la vida en general se simplificaría
  • no tendrías que preocuparte por tu salud.

Finalmente, identifiqué la otra cara de la moneda y me di cuenta de que si renunciaba a las dietas dejaría de:

  • intentar constantemente estar a la altura de los irrealistas estándares estéticos,
  • criticar constantemente a mi cuerpo,
  • sentirme mal al verme en espejo, las fotos, los escaparates… ,
  • comparar mi cuerpo con el de las demás toooodo el tiempo,
  • castigar a mi cuerpo en el gimnasio, para luego sentir culpa por abandonar la rutina,
  • pasar hambre,
  • sentir confusión sobre lo que es sano y no es sano comer.

En fin, fue fácil caer en la trampa de pensar “lo que necesito para sentirme mejor en mi cuerpo es una dieta”

Pero descubrí que haciendo dieta a la larga obtenía el resultado opuesto al que buscaba, como te expliqué es este post y me aportaba consecuencias nefastas, como leíste en este otro.

Me di cuenta de que no ganaba nada bueno si seguía haciendo dietas cíclicamente, solo perdía energía, libertad, felicidad… por no hablar del dineral. Así que, con ayuda, hice un plan para no caer de nuevo.

De ese plan te hablará otra Cualquiera de nosotras en el próximo post de este blog. ¡Estate atenta y no te lo pierdas!

 

Gracias por escucharme.

Cualquiera de nosotras 😊

Lo que se publica en este blog tiene fines meramente informativos o educativos, en ningún caso sustituye el consejo individualizado de un nutricionista o médico.

María Sanabdón, Dietista-Nutricionista. Especialista Trastornos de la Conducta Alimentaria. 

Si lo que acabas de leer te ha interesado y crees que necesitas más ayuda para mejorar tu relación con la comida y tu cuerpo, quizás quieras saber cómo trabajamos.

¿Te suena bien cambiar “estar a dieta toda la vida”, por “escuchar y honrar tus verdaderas necesidades”?

Descárgate  la AUDIOGUÍA GRATUITA: “4 Claves para cuidarte sin dietas”.